martes, 22 de febrero de 2011

RESERVAS MARINAS, LA ÚNICA SOLUCIÓN

Debido a la sobre explotación pesquera, estamos llegando, en muchos caladeros nacionales, al colapso ecológico de la mayoría de las poblaciones biológicas de interés comercial.

Un caladero cuando se enfrenta a la pesca, comienza reduciendo los ejemplares más adultos de la especies pescadas. Esto activa el crecimiento de los juveniles y hace decrecer la edad de fertilidad, pero si se sigue pescando sin control,  derivará en la perdida de esa biomasa y la que queda no será fertil ni suficiente para recuperarse entrando desde ese momento esas poblaciones en colapso.

Cuando las poblaciones van mermando, se  buscan alternativas  en especies que anteriormente no eran de interés comercial y así hasta provocar un desequilibrio trófico que deriva en el colapso ecológico del caladero.A partir de aquí, se buscará un nuevo caladero y así hasta que todos se vean sobreexplotados.












Y es entonces cuando comienza el neocolonialismo que hará que paguemos cuotas por pescar en caladeros de otros paises. Una de las prácticas más obsenas es pagar a gobiernos corruptos de paises africanos para que nuestras flotas puedan ir a esas zonas a esquilmar sus mediocres pero valiosos recursos pesqueros  para una población de pescadores nativos artesanales que subsisten de ello.


Y todo esto, al parecer, es mas sencillo que buscar alternativas para que nuestros caladeros puedan ser recuperados. La solución, según queda demostrado, pasa por incrementar el número de reservas marinas y hacerlas extensivas hacia alta mar a la vez que interconectadas unas con otras para que la dispersión de especies, huevos y larvas sea efectiva. Esto debe ir acompañado de una gestión de la pesca más inteligente y de la reforma de los subsidios a la sobre explotación, pues se dedican cantidades astronómicas de subsidios a perpetuar la sobrepesca. Solo así haremos de la pesca un recurso sostenible en el tiempo.

miércoles, 16 de febrero de 2011

JAPON SUSPENDE LA CAZA DE BALLENAS ANTE LA PRESIÓN DE ACTIVISTAS

Japón ha suspendido temporalmente la caza de ballenas en la Antártida debido al acoso de la organización ecologista Sea Shepherd contra su flota ballenera, según ha informado hoy la Agencia de Pesca nipona.
Japón ha decidido suspender la temporada anual de caza de ballenas en el océano Antártico, después de que un grupo ecologista persiguiera con una lancha a la embarcación nodriza de la flota.Tatsuya Nakaoku, de la Agencia de Pesca, ha justificado que "la seguridad es una prioridad".













Japón lleva a cabo anualmente, entre los meses de diciembre y marzo, una campaña de caza de cetáceos en la Antártida con supuestos fines científicos que, según los grupos ecologistas, esconde motivos puramente comerciales.







"La flota ha suspendido la caza científica por ahora. Actualmente estamos pensando qué hacer en el futuro", ha añadido. Las autoridades no descartan ordenar a la flota que vuelva a los puertos japoneses, si bien Nakaoku ha asegurado que Tokio no va a renunciar fácilmente a la caza de ballenas.
La flota, compuesta por 180 empleados repartidos en cuatro embarcaciones, quería conseguir 850 rorcuales aliblancos hasta marzo, cuando termina la temporada. En el mismo periodo del año pasado se dio caza a 506 de estos ejemplares, pese a que el objetivo también estaba fijado en 850.
Hace unos meses Australia denunció a Japón ante la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, para detener sus actividades en el océano Antártico, pero no se espera que el organismo internacional tome una decisión antes de 2013.
Un activista de la Sociedad de Conservación y Protección del Mar, responsable de la campaña, fue condenado a dos años de prisión en julio por abordar un barco utilizado para la caza. El año pasado, una de las embarcaciones del grupo se hundió tras colisionar con otra nave.
El Gobierno japonés se sirve de la caza con fines científicos para evadir la moratoria impuesta en 1986 y argumenta que tiene derecho a estudiar el impacto de las ballenas en su industria pesquera. Japón es uno de los tres países del mundo que mantienen esta actividad, de gran valor en su cultura.
 
Desde Cnidaria pensamos que con estas acciones queda demostrado la diferencia entre los destructores y saqueadores del medio y los que desde posturas activas nos dedicamos a la defensa de causas ambientales y sociales. Esta diferencia no es otra que la económica, mientras ellos esa destrucción, al medio y sus recursos naturales, la realizan por garantizar enormes beneficios económicos, nosotros nuestro activismo lo hacemos altruistamente.
 
Así que, una vez más, se demuestra que cuando no consiguen sus suculentos beneficios dejan de realizar la destructora actividad. Pues tendremos que dirigir nuestras acciones a desestabilizar sus fuentes de ingresos. Esa es la única posibilidad que le queda al medio ambiente. Ellos no seguirán peleando si no les sale rentable.
 
Desde Cnidaria, queremos felicitar a todos los miembros de Sea Shepherd...Teneis un par de huevos, chicos!!!

UN HONGO AMENAZA A LOS HUEVOS Y CRÍAS DE TORTUGAS BOBAS

En los últimos 30 años ha descendido el número de playas donde anidan las tortugas marinas, el número de hembras que acuden a poner sus huevos, el número que hace eclosión y la tasa de supervivencia de las crías. Uno de los factores responsables de esta situación es un grupo de cepas del hongo Fusarium solani, según confirma una investigación publicada en FEMS Microbiology Letters.


Este grupo de cepas de F. solani es el responsable de la mortalidad en masa de los huevos de tortuga boba (Caretta caretta) en las playas. Estas cepas representan un riesgo para la supervivencia de estas especies en peligro”, explica Jullie Sarmiento-Ramírez, autora principal e investigadora en el Real Jardín Botánico (CSIC).
Hasta ahora, el declive del número de playas de cría y de supervivencia de huevos se achacaba siempre al impacto humano. Este estudio, que se ha publicado en FEMS Microbiology Letters, demuestra que existen otras amenazas relacionadas con el periodo de puesta de los huevos y el desarrollo embrionario.
El hongo se alimenta de materia orgánica en descomposición y, en condiciones microclimáticas idóneas, puede afectar a animales inmunodeprimidos, y provocar enfermedades en las uñas y los ojos, y a algunas especies de plantas. En el caso de las tortugas marinas, sólo se han publicado casos aislados de infecciones en caparazón y piel de algunos ejemplares jóvenes.

La tortuga boba está en peligro “Es muy difícil establecer el impacto concreto del hongo en las playas. La mortalidad de nidos en Cabo Verde, donde se ha realizado el estudio, es muy elevada. En torno al 75% de los huevos mueren y la mayoría de ellos están colonizados por hongos, pero hay otras causas de muerte, como inundación de nidos o depredación. Es muy complicado establecer el porcentaje de muerte causada por cada factor”, explica Adolfo Marco, coautor e investigador en la Estación Biológica de Doñana (CSIC).

Sin embargo, el hongo puede matar de forma masiva a los huevos de tortuga boba y está presente desde el inicio de la incubación en la inmensa mayoría de los nidos de la isla de Boavista (Cabo Verde), “la zona donde se realiza la puesta del 90% de los huevos de todo el Atlántico oriental”, añade Marco.

Una hembra de tortuga boba anida cada dos o tres años, y en cada temporada puede poner entre cuatro y seis nidos, con un intervalo de 14 a 16 días entre cada puesta. El número de nidos que pone a lo largo de su vida depende de su supervivencia y longevidad.

“Sin el impacto del hombre, una tortuga boba puede vivir más de 50 años, de los que más de 30 son de vida adulta reproductora, lo que suma más de 60 nidos en total. Pero la mortalidad de los ejemplares juveniles y adultos por la pesca y la caza de madres en las playas están provocando que la cantidad de madres que llegan a edad adulta y su longevidad sea mucho menor, de forma que la mayoría de ellas no llega a poner ni 15 nidos en toda su vida”, apunta Marco quien señala que a esto se suma la mortalidad de los huevos producida por la infección por hongos.

Fuente: CSIC

lunes, 14 de febrero de 2011

CNIDARIA Y ECOLOGISTAS EN ACCIÓN COORDINAN LA CREACIÓN DE LA RESERVA MARINA CABO TRAFALGAR - SANCTI PETRI

Ecologistas en Acción y Cnidaria se han dirigido a la Secretaria General del Mar (SEGEMAR) del Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino (MARM) para solicitar y exigir la Reserva Marina de Interés Pesquero del área comprendida entre Cabo Trafalgar y el Islote de Sancti Petri (Área de Cabo Roche en la provincia de Cádiz). Esta reserva marina nace del sector pesquero de artes menores de la zona y, está siendo planificada por el propio sector, con el asesoramiento de diferentes agentes de la zona, coodinadores de Medio marino de Ecologistas en acción, coordinador científico de Cnidaria, profesores de la Universidad de Sevilla, Universidad de Cádiz y el propio Instituto Español de Oceanografía, que participan del proceso a título individual.










Desde Cnidaria y Ecologistas en acción, recordamos a la Secretaria General del Mar que dentro de las prioridades de la nueva estrategia marina europea y, dentro de las propias prioridades del MARM, se encuentra la declaración y explotación en sintonía con el ecosistema de Áreas Marinas Protegidas. Esta área marina se encuentra en un enclave natural privilegiado debido a la productividad de sus aguas y a sus características geográficas que la hacen un lugar estratégico para el alevinaje, cría y alimentación de las principales especies de interés pesquero del Golfo de Cádiz.


Los pescadores de la Cofradía de Conil y de la asociación de Sancti Petri, en diversos talleres realizados en coordinación con Cnidaria y Ecologistas en Acción han consensuado tres zonas de reservas integrales que protegen estas áreas de cría y alimentación. La elección de estas zonas se fundamenta en  su  elevado interés biológico por la biodiversidad en ellas presente, conteniendo multitudes de especies catalogadas como vulnerables, amenazadas o en peligro en el libro rojo de especies amenazadas de la Junta de Andalucía, además de coincidir con zonas de criadero de especies demersales de interés pesquero.

La Reserva Marina contará con una vigilancia que permita luchar contra la pesca ilegal, regulará la actividad de pesca deportiva, acotará las áreas de reserva integrales y expulsará fuera de los límites de la reserva a la pesca de arrastre y cerco.

En estos momentos los coordinadores se encuentran  a la espera del informe del IEO (Instituto Español de Oceanografía) que da viabilidad al proceso. Mientras tanto seguimos trabajando en evaluar el esfuerzo pesquero y el rendimiento máximo sostenible (RMS) del área para proceder en consecuencia a establecer un rendimiento óptimo sostenible (ROS) que permita la recuperación del caladero en el menor tiempo posible.